Cuentan las lenguas más viejas que al pie de una montaña vivían un leñador y su hijo.
Una mañana el pequeño salió y oyó unos ruidos en la ladera. Se acercó y gritó:
- Holaaa
La montaña devolvió su saludo. Extrañado volvió a gritar:
- ¿Quién eres?
De nuevo recibió idéntica contestación. El niño, enfado, exclamó:
- ¡Sal de donde estés!. ¡Da la cara cobarde!
Extrañado, el padre salió de la casa y le preguntó por lo que sucedía. El niño se lo contó y el padre dirigiéndose hacia la montaña gritó:
- Amigooo
La montaña respondió ante la atónita mirada del niño. El padre continuó:
- Generoso
- Leal
- Sincero
Tras dirigir varias palabras a la montaña el padre se volvió al hijo y le dijo:
- El trato que des a los demás será el que los demás te darán a tí.
***Hace tiempo me contaron esta historia que sin ser nada del otro mundo a nivel narrativo pienso que refleja gran parte de lo que soy y muchos deben ser. Aqui he intentado recordarla y reproducirla lo mejor que he podido.
lunes, abril 23, 2007
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