16 horas... Feliz Nochebuena. Hoy me toca trabajar. La verdad es que hay cosas peores en el mundo y más cuando se descorchan durante la tarde tres botellas de champán. Son las siete y tres, las seis y cuatro en Canarias... los efectos del alcohol ya nos van invitando a volver a casa.
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Es navidad, una forma distinta de pasarlo. Bajo a la Gran Vía y encuentro muchas personas en la calle apurando las últimas compras. Unas horas después estará vacía y las luces navideñas se notarán un poco más.
De vuelta a casa las últimas personas que van a encontrarse con sus familias. Es navidad y mi espíritu navideño no es demasiado elevado pero por un día, no voy a pensar nada más. Entra la llave en la cerradura, abro y cierro la puerta de casa y después todo son sonrisas. La eterna excusa para ser un poco más feliz. ¡Qué te voy yo a contar! Son las 24 horas... Feliz Navidad!!